La bicicleta que me llevó al concierto de Bruce Springsteen

Header Dice el sabio que «los caminos de la bicicleta son inescrutables» y para mi se ha hecho realidad cuando una de mis bicicletas me llevó al único concierto que Bruce Springsteen dio en España en 2013. Demasiado para mi, aún acostumbrado a salir en bicicleta y dejarme arrastrar por las sensaciones de mis piernas en una dirección u otra, a salir pensando en un paseín corto y relajante para acabar resoplando en alguna de las subidas que rodean Gijón o marcándome una kilometrada de impresión. ¿Pero al concierto de Springsteen en Gijón?

Yo fui uno de esos miles que se quedaron con la miel en los labios y un buen palmo de narices plantado ante el PC frente a una cola virtual interminable para comprar entradas online. Un «disgustillo» que ya había pasado a la historia.

Cinco días antes del concierto, recibí una llamada de mi amiga Susana M. con una petición un tanto extraña: el manager del concierto de Sprinsteen en Gijón quería una bicicleta para moverse por Gijón. Ella, que sabe que tengo varias bicis para mis paseos guiados por Gijón, pensó que yo podría solucionarle la papeleta y yo no iba a defraudarla: en media hora escasa me planté en El Molinón para hablar con el yankee.

Susana en bici recorre El Molinón (Montaje Concierto Springsteen, Gijón, 26-06-2013)

Susana, una ciclista con muchos bemoles, se desplazaba en bici por El Molinón durante los trabajos montaje del concierto

Una vez sorteada la implacable seguridad del recinto, Susana me presentó a Ron Cameron, el jefe de pista de aquel circo frenético. Ron, un tipo agradable y de modales reposados, espoleado por el constante paso de ciclistas por el carril bici del Piles (Modo culo-veo-culo-quiero ON), deseaba una bici para moverse por Gijón e incluso ir hasta Deva por la Senda del Río Peñafrancia. Su preferencia era alquilar una bici pero tenía miedo de que se la robasen y verse obligado a pagarla in full. Comprar una de segunda mano y revenderla (o regalarla) era una buena opción pero no quería gastar mucho y el presupuesto que tenía hacía difícil una compra tan rápida. Le propuse una solución: yo le vendía una de mis bicis por 160 euros y, tras el concierto, llegado el día de su marcha, se la recompraba por el mismo dinero. Esta solución le pareció, como no, genial.

Esa misma tarde le llevé mi Connor de montaña, una bici muy prestosa que apenas uso porque no me planteo siquiera ser infiel a mi bienamada Trek. Le encantó la máquina a Ron. Le reiteré los términos de nuestro trato, me dio los 160€ y le conté mi única condición:

– But, Ron keep in mind I’m not getting a single quid for this. So I want you to do something for me.

– Tell me, Carlos. (¹)

Le conté mi tropiezo en la compra de las entradas para el concierto y en lo importante que era este particular evento para mi «paz familiar» pues, hace 10 años, hubo en Gijón un concierto de BS al que no quise ir (pese a ruegos, invitaciones e imprecaciones) y este asunto llevaba demasiado tiempo orbitando sobre mi relación de pareja.

Ron, you surely may know that «a happy wife is a happy life». I need two tickets for the concert, no matter how. I can afford to pay for them, I’m not asking you for free tickets. Just need you to help me to buy two nice tickets for the show.

OK Carlos. Let me think what I can do. Pop up anytime in a couple of days and we’ll see. (²)

Acreditación (Montaje Concierto Springsteen, Gijón, 26-06-2013)

Una credencial útil a la par que elegante: algo «viste» ser del equipo de producción del Wrecking Ball Tour… aunque seas el proveedor de bicis de Mr. Cameron

El lunes 24 me acerqué por el Molinón y Ron me dió la solución: él no tenía acceso directo a las entradas pero me iba a enviar por correo electrónico una «invitación» para comprar las entradas directamente a la promotora, prometiéndome que serían unas buenas entradas de las de 75€ en la Tribuna Oeste. Le di mis datos, mi dirección de email, las gracias y partí con viento fresco.

Al llegar a casa ya tenía el mail con el enlace para comprar la entrada en Thrill Road Ticketing… entro con mi enlace personal, introduzco mis datos, tarjeta de crédito incluida, y en minuto y medio entrada comprada. Estaba hasta contento de haberme ahorrado las puñeteras comisiones (esos gastos de administración que te cobraban hasta en la taquilla del Jovellanos)… ¡que pinín!

Al día siguiente, ya en la tarde del concierto, hacia las seis y media me acerqué a la taquilla a recoger mis entradas y allí estaban pero ¡sorpresa! Tribuna Oeste, Fila 2, asientos 1 y 2. Unos asientos bestiales. Esto prometía. Realmente emocionado, estaba deseando llegar a casa para enseñárselas a Isabel pero me pasé por el cajero para ver el cargo de la tarjeta. Y, cosa rara, todavía no estaba reflejado en la cuenta.

Dos entradas para el concierto (Concierto Bruce Springsteen, Gijón, 26-06-2013)

Menudas entradas me había «comprado» gracias a Ron…

Plano de El Molinón (2013-06-26_Concierto_Bruce_Springsteen)

Los asientos que hubiese querido comprar cuando las entradas salieron a la venta… y mejores aún!

En casa, con las entradas en la mano, dimos saltos de alegría, cantamos y bailamos, pusimos a Bruce a todo volumen mientras nos arreglabamos y nos aprestamos a salir para el concierto.

A las 20:30 estábamos en la Puerta 2 de El Molinón haciendo una corta y discreta cola. Una concurrencia muy poco rockera y un tanto «pija» nos rodeaba. Tomamos posesión de nuestros asientos: lo que me imaginaba, justo encima del banquillo del Sporting, sin obstáculos para la vista, cerca del escenario y con una barra de bar justo a nuestros pies. Al cabo de un rato, se sientan justo en nuestra fila al otro lado del pasillo Adele, la mamá del mismísimo Bruce, su hermana Pam y su hijita. ¡Rien ne va plus!

Retrato de Isabel con madre de Bruce Springsteen al fondo

Isabel reconoció a la madre de Bruce por la foto de El Comercio y yo, tan poco mitómano como siempre, confundí a Pam con Patty Scialfa (gracias Gema).

Del concierto, que voy a contar que no se sepa. Ya han corrido rios de tinta. Lo único que os puedo decir es que fue el concierto más increíble al que he ido en mi vida (y no he estado en pocos). Tres horas y media, con esa intensidad, esa calidad musical, la entrega de la banda, la energía contagiosa del público… una celebración del rock and roll y de la vida y del amor. Ver además a Isabel exultante de felicidad… casi se me caían las lágrimas.

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Foto de Isabel desconsolada al termino del concierto (Concierto Springsteen, Gijón, 26-06-2013)

«Ver además a Isabel exultante de felicidad… casi se me caían las lágrimas»… y tras más de 200 minutos, Isabel desconsolada al termino del concierto

Al día siguiente, me llamó Ron para devolverme la bicicleta. Cuando llegamos Isabel y yo al Molinón ya no quedaba apenas nada del escenario: como un sueño, todo se había desvanecido en la noche (con el trabajo de un montón de currantes durante la noche entera, no por arte de magia). Me dio la bici, le devolví la pasta, nos dimos las gracias mutuamente y comentamos el concierto y su desbordante energía. «It’s all about Spanish audience. He love it» me comentó («es el público español, a Bruce le encanta»). Le comenté que no tenía todavía el cargo por las entradas y sin darle importancia me dijo «you’re lucky!» y nada más. Nos despedimos con un abrazo.

Foto con Ron Cameron (Desmontaje Concierto Springsteen, Gijón, 27-06-2013)

La foto de despedida con Ron Cameron

Más de un mes después del concierto ya no sigo esperando que me cobren las entradas. Ya se que Ron Cameron me invitó al concierto más acojonante del 2013 y se hizo el loco el día que nos despedimos.

Y esta es la historia de cómo una de mis bicicletas nos llevó a Isabel y a mi al esquivo concierto de Bruce Springsteen… sin ser un tandem.

                                   

¹ Traducción:

– Pero, Ron ten en cuenta que yo no saco un puto duro de esto. O sea que quiero que hagas algo por mi.

– Céntame, Carlos.

² Traducción:

Ron, seguro que sabes que «una esposa feliz significa una vida feliz». Necesito dos entradas para el concierto, no me importa como. Puedo permitirme el pagarlas, no te estoy pidiendo entradas gratis. Sólo necesito que me ayudes a conseguir un par de buenas entradas para el concierto.

OK Carlos. Déjame pensar que puedo hacer. Déjate caer en cualquier momento por aquí en un par de días y veremos.

3 comentarios en “La bicicleta que me llevó al concierto de Bruce Springsteen

  1. Jaja, a mi me pasó algo muy parecido, pero acabamos en un palco,comiendo jamón y solos, mi marido, mi hija, 2 amigos y yo. Genial Ron.y genial concierto.

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