Esa Carta Europea de Seguridad Vial que se envolvía en la bandera del Objetivo Cero accidentes está empezando a naufragar. Desde 2014 está estancada la reducción de víctimas mortales y habrá que ver los resultados poco halagueños de 2016 (en España han aumentado). Las autoridades dicen que “se ha bajado la guardia”. Muchos decimos que no se ha hecho nada con las verdaderas causas de la masacre: la velocidad injusta (aquella que sobrepasa unos determinados límites y que sólo puede ser aprovechada por una minoría en detrimento de la mayoría), un diseño de los vehículos y las vías inadecuado y una legislación cochecentrista a ultranza.
Para muestra un botón: La Comisión Europea ha anunciado propuestas para que los camiones sean más seguros para los usuarios vulnerables de la carretera, como ciclistas y peatones. ¡Albricias! ¡Regocijémonos! Pues no, rápidamente se nos hiela la sonrisa al ver que los plazos dados por la Comisión: 2018 para hacer una ley para mejorar la visión directa de los camiones y hasta 2028 para que sea obligatorio este tipo de cabinas. Criminalmente largo a conciencia.
Los accidentes causados por los camiones que actualmente circulan por nuestras carreteras que tienen puntos ciegos (también llamados ángulos muertos) matan a cientos de ciclistas y peatones cada año. Aunque representan tan sólo el 3% de los vehículos en las carreteras europeas, los camiones están involucrados en un número desproporcionado de colisiones (más del 15%), matando a casi 4.000 personas cada año. Sigue leyendo